Los costos cada vez más elevados de la electricidad y la urgencia de cuidar el medio ambiente han llevado a buscar opciones de ahorro de energía en el hogar. Los dispositivos domésticos inteligentes están demostrando ser muy eficientes para lograr este objetivo, ya que pueden ajustarse automáticamente a las necesidades energéticas de una casa, en las distintas épocas del año y las diferentes horas del día. Además, tienen la capacidad de detectar ineficiencias para minimizar el desperdicio de electricidad, agua y gas.
Le presentamos algunos ejemplos de aparatos smart, que pueden ayudar a ahorrar dinero y contribuir a salvar el planeta.
Termostatos: El sistema de calefacción y aire acondicionado de una casa consume la mayor parte de energía, lo que puede aminorarse con la instalación de un termostato especial, que se ajusta a las necesidades energéticas y que se puede programar y controlar de forma remota, desde un teléfono inteligente. Esta configuración ayuda a ahorrar en el recibo de luz.
Bombillas: Son lámparas que se comunican con la red WiFi y pueden ser controladas con una aplicación en el teléfono, de manera que se enciendan y apaguen sólo cuando sea necesario. También, se puede ajustar el brillo de la bombilla, lo que permite ahorrar electricidad.
Electrodomésticos: Incluyen lavadoras, refrigeradores y cafeteras, que están cambiando la forma en la que interactuamos con ellos, ya que pueden ‘hablarnos’. Por ejemplo, si deja abierta la puerta de su refrigerador, recibirá un aviso en su teléfono; o si su lavadora necesita reparación, le enviará una notificación sobre el problema. Estos mensajes son clave para evitar fugas y generar ahorros.
Enchufes: Ayudan a ahorrar energía porque evitan que los electrodomésticos, que están constantemente enchufados, pero que no están en uso (como televisores o computadoras), consuman energía e incrementen el monto del recibo de luz. Funcionan a través de una aplicación móvil, que permite controlar cualquier dispositivo que haya conectado.
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