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El 31 de mayo de 2021, el gobierno del país asiático anunció que permitiría a todas las parejas casadas tener hasta tres hijos, poniendo fin a la política del límite existente de dos hijos.
El anuncio puso de manifiesto que sus límites a la reproducción, los más estrictos del mundo, han puesto en peligro el futuro del país. Y es que la población está envejeciendo y la mano de obra se está reduciendo, lo que amenaza la estrategia industrial que China ha utilizado durante décadas para salir de la pobreza y convertirse en una potencia económica.
El anuncio puso de manifiesto que sus límites a la reproducción, los más estrictos del mundo, han puesto en peligro el futuro del país. Y es que la población está envejeciendo y la mano de obra se está reduciendo, lo que amenaza la estrategia industrial que China ha utilizado durante décadas para salir de la pobreza y convertirse en una potencia económica.
Durante más de 35 años, la nación aplicó una controvertida política de tener un hijo único, impuesta, inicialmente, para detener una explosión demográfica. Su reemplazo, un límite de dos hijos, no logró dar como resultado un aumento sostenido en el número de nacimientos, ya que el alto costo de criar a los niños disuadió a muchas parejas de formar una familia.
Cabe señalar que no sólo China se enfrenta a un desafío demográfico de este tipo. En todo el este de Asia, las autoridades se han esforzado durante años para persuadir a las parejas de tener más bebés. Corea del Sur y Japón, por ejemplo, han utilizado los estipendios como incentivo.