La edición del genoma para corregir enfermedades hereditarias con fines médicos "aún no está lista" para ser probada de manera segura y efectiva en embriones humanos, afirmaron expertos de la comisión internacional de la Academia Nacional de Medicina y la Academia Nacional de Ciencias, ambas de Estados Unidos y la Royal Society de Gran Bretaña.
Esta comisión se creó después de que el biofísico chino He Jiankui desencadenara un escándalo internacional al afirmar en 2018 que estaba detrás de los primeros bebés modificados genéticamente en el mundo, en los que había usado la tecnología CRISP, una nueva y poderosa herramienta que actúa como una especie de "tijeras" moleculares.
Ignorando las normas éticas y científicas, He Jiankui creó a los gemelos Lula y Nana con alteraciones en sus genomas, destinadas a darles inmunidad al VIH. Por este motivo, fue sentenciado a tres años de prisión en diciembre de 2019, acusado de práctica médica ilegal, por un tribunal de su país.
El caso alarmó a los científicos de todo el mundo, planteando interrogantes sobre la bioética y la supervisión global de la investigación científica, así como reavivando los temores de que los padres creen los llamados "bebés de diseño".
Con su declaración, la comisión internacional, integrada por 18 expertos de diferentes disciplinas, no rechazó tajantemente el principio de modificación genética en humanos, sino más bien su llamado tuvo como objetivo brindar un marco para los países que están considerando el uso de dicha tecnología.
De esta manera, la instancia reconoció que la edición de genes “podría representar una opción importante para que los futuros padres con un riesgo conocido de transmitir una enfermedad genética, tengan un hijo relacionado genéticamente sin esa enfermedad y su morbilidad y mortalidad asociadas”.
Fuente: deccanchronicle.com
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