En la corteza del lapacho, un árbol brasileño, científicos portugueses identificaron un componente, llamado β-lapachone, que ayudaría a controlar el aumento en la cantidad de células involucradas en la leucemia mieloide aguda.
“El compuesto que exploramos en este estudio es un fármaco prometedor para tratar la leucemia, pero sus propiedades reactivas podrían tener efectos indeseables”, indicó Gonçalo Bernardes, investigador principal de grupo en el Departamento de Química de la Universidad de Cambridge. “En este trabajo, combinamos dos estrategias para minimizar los efectos negativos del compuesto, para aprovechar su valor terapéutico”, agregó.
La leucemia mieloide aguda es un cáncer agresivo que surge de un aumento anormal en la cantidad de un tipo de células sanguíneas inmaduras, llamadas mieloides. La tasa de supervivencia de los pacientes es de alrededor del 20 % después de cinco años, y existe una alta incidencia de recaída de la enfermedad.
Los investigadores modificaron el compuesto, para proteger al cuerpo de sus efectos negativos hasta que llegue al corazón de la célula cancerosa. La química que se desarrolló en este estudio se puede utilizar para otros elementos naturales valiosos, que antes eran inapropiados para uso medicinal, lo que permitiría aprovechar su potencial terapéutico.
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