En contraste con las bajas temperaturas que se están presentando en algunas regiones del país, y aún la llegada del invierno, hay sitios que llegan a ser cálidos e ideales para disfrutar en épocas de fin de año, y aunque la contingencia sanitaria que se vive permite un acceso limitado de visitantes, son magníficas opciones al momento de elegir a dónde ir en las próximas vacaciones.
Uno de estos paradisiacos lugares es Puerto Vallarta, en el estado de Jalisco, uno de los más recuperados en cuanto a turismo, después de los meses de cuarentena, que tiene maravillosos atractivos, desplegados en sus más de 160 kilómetros de costa, como los siguientes:
El malecón
Es uno de los puntos que merece ser recorrido tan pronto llegue y se instale en el hotel. A lo largo de su kilómetro y medio, puede visitar tiendas, restaurantes, caminar a la orilla del mar o simplemente tomar fotografías, teniendo como fondo sus emblemáticas esculturas, que ya forman parte del paisaje, como son: El milenio o Los milenios, Origen y Destino, Nostalgia, El caballito y La fuente de la amistad.
Aquí tienen lugar espectáculos al aire libre, música nocturna y otro tipo de entretenimientos, además de que, si apetece algún tentempié, lo puede adquirir fácilmente.
En su lado sur se encuentran Los Arcos, una bella estructura de cuatro arcos de piedra, que fue traída de Guadalajara y que da identidad al malecón.
Bahía de Banderas
Si es amante del buceo, el esquí acuático, de navegar en vela o de la pesca deportiva, nada como la Bahía de Banderas, ubicada entre Jalisco y Nayarit; una de las más sorprendentes del mundo, con más de 900 metros de profundidad.
De diciembre a abril, directamente del Mar de Bering, por lo menos tres especies de ballenas arriban a sus aguas para aparearse, entre éstas, la ballena jorobada, cuyo macho, en afán de cortejar a la hembra, y compitiendo con otros ejemplares de su misma especie, llega a dar saltos de hasta 15 metros de altura.
Plaza de Armas
Muy próxima al malecón está la Plaza de Armas, con su quiosco que suele estar adornado con colorido papel picado, que es el punto de reunión de los habitantes del lugar. A unos pasos se encuentra la Parroquia o Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, de tipo colonial, cuya construcción inició a principios del siglo pasado y se extendió hasta la década de los 80.
Simplemente caminar…
Sus fabulosas montañas brindan la oportunidad de hacer recorridos en bicicleta, montar a caballo o de caminar, mientras se acompaña con el canto de las aves; sin embargo, si lo que prefiere es visitar otros sitios, hay agencias que le darán recorridos turísticos por ranchos, sembradíos, pueblos rurales o algunos huertos frutales.
En tercer orden, para una caminata, tenemos el centro, que ofrece formidables vistas de las casas con techos rojizos y, además, galerías en las que hay souvenirs y artículos decorativos típicos de la región.
Playa de los Muertos
Es una de las playas más visitadas de Puerto Vallarta, que aun su nombre, no goza nada de quietud, pues todo el día se presenta un gran afluente de paseantes y turistas que desean divertirse en sus aguas y descansar en su arena. Los habitantes cuentan que su nombre se debe a que, en época de piratas, había luchas en la costa y que éstos buscaban tesoros enterrados en el lugar.
Otra versión refiere que existió un cementerio cerca de la playa, pero luego sus tumbas se trasladaron al panteón de la colonia Cinco de diciembre cerca del malecón.
La Playa de los Muertos se caracteriza por su gran muelle de 665 metros de construcción, que está integrado por un andador peatonal, colocado sobre pilotes, que conecta a una plazoleta circular, en cuyo centro se erige una majestuosa estructura metálica que se asemeja a una vela.
Otros sitios de interés
Para los avezados
Aunque está ubicada al noroeste de Puerto Vallarta, a 65 kilómetros, La Corbeteña es apreciada como uno de los mejores sitios para encuentros pelágicos y aguas oceánicas, con varias cuevas submarinas y paredes de hasta 120 metros de profundidad, por ello se recomienda sólo para buzos con experiencia, ya que puede tener corrientes desafiantes. Por su ubicación, la isla atrae a diversas especies marinas, como mantarrayas, tortugas, tiburones, delfines y otros animales que se acercan a sus límites.
Amantes de las artesanías
Puede encontrarlas por todo Puerto Vallarta, y van desde cuadros hechos con estambre, figuras de madera talladas y cubiertas de chaquira, hasta máscaras de un eclipse o de cabezas de animales, flores y otras formas, que dan colorido a la atmósfera y forman parte del talento huichol, que, proveniente del estado vecino, han conseguido hacerse de gran popularidad en la región. Incluso, aquí se encuentra el Museo de Arte Huichol.
Antojos locales
Algunas de las delicias típicas que puede encontrar en Puerto Vallarta, son: el ceviche, el pozole de camarón, el pescado embarazado (una deformación de pescado en vara y asado), que son trozos de cazón o marlín con limón, cocidos a las brasas y condimentados con salsa huichol; pescado zarandeado, los entrañables tamales, tortas ahogadas, birria, entre otras. Por cierto, no olvide probar el tejuino, una fresca bebida típica, hecha a base de maíz fermentado, con gotas de limón, muy conveniente para mitigar la sed.
La anterior no es una sugerencia para que recorra Puerto Vallarta en este momento, ya que las medidas de seguridad por la contingencia sanitaria han fluctuado un poco desde el comienzo de su establecimiento, pero sí es una opción de paseo a tomar en cuenta en los próximos meses.
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