En esta edición, continuaremos con más dichos y frases populares que son parte del folclor de nuestra cultura y son usados frecuentemente.
Parece muñeca de sololoy: La palabra sololoy tiene su origen en el vocablo inglés celluloid (‘celuloide’), nombre de un material con el que se fabricaban juguetes. A principios de 1920, llegaron a México, desde Estados Unidos, diferentes juguetes fabricados con celuloide; entre ellos, las delicadas muñecas de rasgos dulces y angelicales. Poco a poco, el habla popular mexicana transformó la palabra extranjera y nació el mexicanismo: ‘sololoy’. Esta frase hace referencia a la delicadeza y belleza de dichas muñecas, y, generalmente, se usa para calificar a una mujer muy guapa, tierna y pulcra. También, es utilizada para expresar cariño hacia alguien muy querido, como si fuese un tesoro que necesita muchos cuidados.
Ya chupó faros: Los cigarros Faros eran elaborados con papel de arroz, sin filtro, por la compañía Cigarrera del Centro, en Guanajuato. En la época de la Revolución, antes de ser fusilados, a los condenados a muerte se les otorgaba un último deseo, y la mayoría pedía un cigarro. Ya vendados y con las manos amarradas, se les prendía el cigarro y lo chupaban hasta que se consumiera, de ahí la frase, que se usa para expresar que una persona ya falleció.
Se petateó: De igual forma, en tiempos de la Revolución Mexicana, cuando alguien moría y no tenía dinero para ser enterrado, se le envolvía en un petate, lo que dio origen al verbo ‘petatearse’, empleado para indicar que un individuo ha muerto.
Teporocho, como sinónimo de borracho: En la época del Porfiriato, existían carritos que vendían té de canela y naranja, por cinco centavos, pero si el cliente lo quería con ‘piquete’, se vendía a ocho centavos; al pedirlo, la gente decía: “Me da un té por ocho”, por lo que, de ahí, surgió la palabra ‘teporocho’, la cual se usa para calificar a alguien que ha bebido bastante alcohol.
Vienes hasta las manitas: En el siglo XIX, los odres eran recipientes de piel de cerdo, que servían para transportar el pulque, los cuales se llenaban hasta las manitas del animal; así surgió esta expresión, que se usa para decirle a alguien que se le pasaron las copas.
Será el sereno: En 1715, el sereno era un hombre que se encargaba de vigilar las calles y regular el alumbrado nocturno de lámparas de aceite o queroseno. Iba armado con una macana y un silbato, para dar la alarma en caso de ser necesario; asimismo, anunciaba la hora y el clima. Cuando daba la media noche, gritaba “las doce y todo sereno”; de ahí, el nombre del oficio. La expresión se refiere a un momento de incertidumbre.
A Chuchita la bolsearon: Esta voz data del período colonial. Todo comenzó con una trabajadora doméstica a la que le decían ‘Chuchita’, de cariño. A esta mujer, la enviaban por el ‘mandado’; sin embargo, después de un tiempo, regresaba con menos mercancía y menos cambio que las veces anteriores. Cuando su patrón le preguntaba qué había pasado con el dinero, Chuchita decía que la habían bolseado. Después de que el suceso se repitiera incontables veces, el patrón le dijo: «Y, ahora, ¿qué pasó?; no me digas que a “Chuchita la bolsearon”». La frase se usa, normalmente, para decir que alguien ha sido engañado o que intenta dar alguna excusa increíble.
Ni yendo a bailar a Chalma: Este dicho alude a un pueblo llamado Chalma, ubicado en el Estado de México, en donde se suele visitar el Santuario del Señor de Chalma, para pedirle un milagro. Se acostumbra que la gente baile en las afueras de la iglesia. Se emplea cuando un problema no tiene solución o cuando una situación ya no se puede cambiar.
Aguantar vara: Esta expresión es utilizada de varias formas, ya sea para decirle a otra persona que cumpla su compromiso, o bien, para darle ánimos a alguien que está pasando por una mala situación, haciendo referencia a que tenga paciencia y que sea valiente.
Armar un pancho: Se dice cuando alguien hace un gran berrinche o una rabieta.
Como el perro de las dos tortas: Se emplea cuando alguien está indeciso entre varias opciones y no se decide por ninguna, quedándose sin nada, por pensarlo mucho.
De chile, mole y pozole: Se utiliza cuando se quiere decir que algo tiene ‘de todo, un poco’, ya que la frase alude a una variedad de platos mexicanos.
El que es perico, donde quiera es verde: En México, se usa para explicar que las habilidades de una persona le servirán siempre para hacer bien su trabajo, sin importar las adversidades. Hace referencia al color clásico de esa ave.
Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre: Este dicho asegura que lo mejor es no extremar las cosas, pues tan malo es pecar por exceso como por insuficiencia.
El hombre pone, Dios dispone, llega el diablo y todo descompone:Esta rima señala que, por muy planeada que se tenga una situación, al final, siempre suele ocurrir algo inesperado que cambia el escenario o las reglas.
Ir a chacharear: Hace unos años, la cháchara era una pieza antigua, de poco valor, que se vendía, sobre todo, en mercados sobre ruedas, por lo que, para muchos, ‘chacharear’ significa comprar baratijas.
Merequetengue: Se usa para referirse a un gran alboroto, y se emplea tanto para aludir a una celebración llena de ruido y alegría o para hablar de una situación problemática.
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