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Foto del escritorRedacción Relax

Descubriendo Teotihuacan. Una sencilla guía para visitar las ruinas de esta antigua ciudad




Teotihuacan, ubicada en la cuenca del centro de México, fue una ciudad impresionante, de 125 mil a 200 mil habitantes, en el siglo VI. Fue la primera gran metrópoli de las Américas, la más grande, influyente y venerada en la historia del Nuevo Mundo, cuyo florecimiento ocurrió en la Edad de Oro de Mesoamérica.


Su nombre significa, en náhuatl, “el lugar donde fueron creados los dioses” y le fue otorgado por los mexicas o aztecas siglos después de que fuera abandonada, posiblemente en el siglo VII.


Por presentar el arte más desarrollado entre las civilizaciones clásicas del México antiguo, Teotihuacan fue incluida en el registro de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y está considerada el sitio arqueológico más visitado de nuestro país. Si aún no conoce este maravilloso lugar, le damos buenas razones para hacerlo.


Cuna de los dioses


Al igual que sucede con muchos sitios arqueológicos de México, Teotihuacan guarda secretos todavía pendientes por desentrañar. Sus orígenes son inciertos, aunque se piensa que algunos de los habitantes llegaron desde el Valle de México hacia el sur, refugiados de una erupción del volcán Xitle, que provocó una gran devastación y obligó a los sobrevivientes de la región a buscar un nuevo asentamiento.

Su construcción, probablemente, comenzó en los dos primeros siglos a. C., y la civilización alcanzó su punto culminante entre los años 350 y 650 d. C.


Uno de sus grandes misterios es que nadie sabe lo que sucedió con la enorme población que vivió aquí. Es como si hubiera desaparecido sin dejar rastro. Como resultado, gran parte de nuestro conocimiento del sitio, su arte y su cultura se deriva de fuentes aztecas.


Teotihuacan fue un lugar donde se realizaban sacrificios humanos, a menudo, en correlación con eventos astronómicos. Cuando se excavó el sitio, se encontraron muchas tumbas, algunas, con los restos de lo que se creía que eran personas sacrificadas para honrar a los dioses.


Lugares para visitar


Una ciudad histórica como ésta tiene grandes atractivos y lugares para conocer, entre los que se encuentran museos, paisajes y parques, que no se puede perder.


Calzada de los muertos


Es una avenida de más de dos kilómetros de longitud y 40 metros de ancho, que atraviesa toda la ciudad sagrada de Teotihuacan, conectando las atracciones principales del sitio. A lo largo de su recorrido, se pueden observar diferentes y pequeñas estructuras piramidales, que algunos investigadores designaron, incorrectamente, como conjuntos habitacionales de los antiguos sacerdotes.



La ciudadela


Es una gran área cuadrada en el extremo sur de Teotihuacan. En su interior, se encuentran pirámides y construcciones de gran tamaño, siendo la mayor atracción el Templo de Quetzalcóatl. Se pensaba que era la residencia del principal gobernante de Teotihuacan y también el centro administrativo de la misma.


Pirámide del Sol



México tiene dos de las tres pirámides más grandes del mundo. La número uno es la de Keops, en Egipto; la segunda es la Pirámide de Cholula, mientras que la tercera está en Teotihuacan, y se trata de la Pirámide del Sol. Esta posee cinco niveles y se edificó sobre lo que fue un túnel-cueva sagrado y un manantial natural. Tiene seis plataformas, mide 215 metros a los lados y sus torres tienen 60 metros de altura, lo que la convirtió en una de las edificaciones más grandes jamás construidas en la América antigua.


En su interior, hay un túnel de cien metros de largo, que conduce, desde debajo de la escalera exterior, a una cámara de cuatro alas, que, probablemente, era un espacio funerario o un santuario.



Pirámide de la Luna


La Pirámide de la Luna marca el límite norte de la Calzada de los muertos, lo que le confiere una alta carga simbólica; además, es el elemento más notorio de uno de los espacios más armónicos de la ciudad, la llamada Plaza de la Luna. Es muy similar a la del Sol, aunque un poco más pequeña. El exterior cubre seis pirámides progresivamente más pequeñas. No tiene una cámara interior como la Pirámide del Sol, pero los cimientos contenían muchas ofrendas, dedicatorias, como felinos y águilas de obsidiana y piedra verde.




Palacio de los jaguares


En la Plaza de la Luna (la explanada bajo la pirámide del mismo nombre), se puede visitar el Palacio de los jaguares, uno de los templos más significativos de la ciudad. Este edificio cuenta con un gran patio rodeado de pequeñas salas, las cuales tienen magníficos restos de pinturas murales. En sus paredes, aún se pueden apreciar algunas representaciones de jaguares (de ahí su nombre) y un tocado ceremonial, así como elementos marinos (caracoles y conchas).


Palacio de Quetzalcóatl


Se ubica al final del complejo ceremonial de La ciudadela. Es uno de los levantamientos más interesantes de la ciudad, pues, a pesar de no tener el tamaño megalítico de las Pirámides del Sol y la Luna, su fachada es única. A lo largo del frente y los lados del monumento, se encuentran las cabezas de serpientes emplumadas que representan al mítico Quetzalcóatl, el antiguo semidiós viviente de la cultura mesoamericana.


Palacio de las mariposas


En la Plaza de la Luna y cerca del Palacio de los jaguares, hay otra estructura interesante. Se trata del Palacio de las mariposas o Palacio de quetzalpapálotl (en náhuatl), el más lujoso de cuantos se han encontrado en Teotihuacan. Cuenta con diferentes relieves y murales. Algunos investigadores especulan que este monumento sirvió de hogar a la clase sacerdotal de sus antiguos habitantes.



Palacio de Tepantitla

Es una ruina con una altitud de dos mil 299 metros. Se encuentra en San Francisco Mazapa, cerca de Teotihuacan. El gran aporte de este conjunto arquitectónico es la obra conocida como el Tlalocan. Se trata de un mural que ha sido interpretado como el paraíso de Tláloc, que, según los mexicas, era el sitio de la morada del señor de la lluvia y de las semillas, adonde llegaban, a su muerte, quienes habían sucumbido alcanzados por un rayo, por hidropesía, ahogamiento o cualquier otra causa vinculada con el agua.


México tiene tantas ruinas antiguas sobresalientes que se han convertido en atracciones turísticas, y Teotihuacan es una de ellas, ubicado a poco más de 48 kilómetros de la Ciudad de México. Esta lista es sólo una muestra de los grandes atractivos que podrá encontrar en la llamada “ciudad de los dioses” la cual está abierta los 365 días del año.

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