Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad acerca de las necesidades que tienen quienes padecen este trastorno, y de hacerlo visible, en 2007 fue declarado el 18 de febrero como la cita ideal para conmemorarlo.
Tal fecha evoca el nacimiento del pediatra e investigador austríaco Hans Asperger (1906-1980), conocido por sus investigaciones en torno a ciertos desórdenes mentales en niños, quien se concentró en su estudio en la segunda mitad del siglo pasado, pero consiguió notoriedad con sus trabajos, hasta después de su muerte.
Y es que a principios de la década de los 80, la psiquiatra Lorna Wing, fue la primera persona que usó el término Síndrome de Asperger, en un artículo que publicó en 1981, en el que describía a un grupo de niños y de adultos, cuya conducta y habilidades ya habían sido descritas por el pediatra Asperger.
El síndrome fue incluido en 1994 en la cuarta edición del Manual Estadístico de Trastornos Mentales, pero en la siguiente reimpresión, fue eliminado, pasando a formar parte de los Trastornos del Espectro Autista, sobre los cuales, en 2019, la Organización Mundial de la Salud estimaba, existía un niño de cada 160 con alguna de esas alteraciones.
El síndrome de Asperger es descrito como una serie de características mentales y conductuales de origen neurobiológico, que afecta a tres de cada mil personas aproximadamente, siendo más común en hombres que en mujeres.
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