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Foto del escritorRedacción Relax

El hielo de Groenlandia se derrite



Ni aún con las medidas adoptadas contra el cambio climático, se puede evitar que el hielo de Groenlandia se derrita y de ello han hecho eco publicaciones como Communications Earth Enviroment, en su edición online del mes de agosto, en la que difunde una serie de datos en torno a este fenómeno, el cual refiere es irreversible.

Dicho estudio titulado “Pérdida dinámica de la capa de hielo de Groenlandia inducida por el retroceso sostenido de los glaciares”, está encabezado por la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, y sostiene que, aunque se pusieran en práctica de forma inmediata las iniciativas necesarias para frenar el cambio climático a nivel global, existe una posibilidad remota de conseguirlo. Y es que la nevada que cae cada año, reponiendo la capa de hielo, tiene un ritmo diferente al hielo que se derrite y desemboca en los océanos.

Michalea King, autora principal del estudio, quien se desempeña como investigadora en el Centro Byrd de Investigación Polar y Climático (Byrd Polar and Climate Research Center), ha afirmado que, al analizar datos satelitales mensuales, el equipo se ha percatado de cuánto hielo se desprende de los icebergs o se derrite de los glaciares, además, de la cantidad de nieve que cae al año. Por ejemplo, en las dos últimas décadas del siglo pasado, la nieve generada a través de la acumulación y el hielo derretido, se mantenían en equilibrio en gran parte, así que la capa de hielo del territorio estaba intacta. Debido al hielo glaciar que fluye hacia el océano, la pérdida en un año era de aproximadamente 450 mil millones de toneladas, que eran reemplazadas por nevadas.

No obstante, esa estabilidad se perdió en los últimos años, reconoció King, ya que el análisis de los investigadores dio como resultado que la línea base de ese sistema o pulso, que es la cantidad de hielo que se pierde anualmente, fuera aumentando constantemente alrededor del año 2000, derivando en que los glaciares perdieran aproximadamente 500 mil millones de toneladas de hielo anualmente; a este problema se agrega que la nevadas no aumentaron al mismo ritmo, y por si fuera poco, en los últimos diez años, la pérdida de hielo se ha mantenido más o menos a la misma velocidad, propiciando un desequilibrio.

La experta explicó que enormes glaciares de esta región se han retirado unos tres kilómetros aproximadamente desde hace 35 años, reduciéndose y muchos de ellos ubicándose en aguas más profundas, por lo que al ser calentados por el agua de los océanos se derriten irremediablemente. Cabe decir que, la temperatura ha llegado hasta los 22 grados centígrados en esta región.

Por su parte, Ian Howat, director del Centro y profesor distinguido en ciencias de la tierra en la Universidad de Ohio State, afirmó que “El retroceso de los glaciares ha golpeado la dinámica de toda la capa de hielo en un estado de constante pérdida” y que “incluso si el clima se mantuviera igual o se enfriara un poco, la capa de hielo seguirá perdiendo masa”.

Los investigadores han enfatizado que el hielo de Groenlandia termina en los océanos Atlántico o Ártico, sumándose a sus aguas y que, en 2019, consiguió que el nivel de los océanos se incrementara 2.2 milímetros en únicamente dos meses.


Sobre el calentamiento global, un fenómeno que ha estado en la carpeta de discusión de los gobiernos de todo el mundo, se ha discutido mucho en las últimas dos décadas, de una manera más rotunda, a partir del Tratado de Kyoto, firmado en diciembre de 1997, que alertó sobre la necesidad de un compromiso para reducir la emisión de seis gases de efecto invernadero.

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