La soledad y el aislamiento social, según un reciente estudio publicado en la revista BMC Medicine, están vinculados a un mayor riesgo de muerte prematura y problemas de salud. Hamish Foster, investigador clínico de la Universidad de Glasgow, lideró la investigación que examinó dos formas de soledad y tres tipos de aislamiento social en más de 458 mil participantes.
El estudio definió la soledad a través de la frecuencia de confianza en alguien cercano y la frecuencia de sentirse solo. El aislamiento social se midió por visitas de amigos o familiares, participación en actividades grupales y vivir solo. Sorprendentemente, cualquier falta de estos tipos de conexión social se asoció con un mayor riesgo de muerte prematura.
Aunque se necesitan más investigaciones para comprender completamente estos hallazgos, el estudio destaca la necesidad de abordar la soledad desde diversas perspectivas. El coautor del estudio, Jason Gill, sugiere que se deben considerar los múltiples componentes del aislamiento.
Si bien el estudio no contempló el impacto de las mascotas, investigaciones previas sugieren que tener una de ellas puede ser beneficioso para aquellos que viven solos. En última instancia, el estudio destaca la necesidad de abordar la soledad de manera holística, reconociendo la importancia vital de las conexiones sociales en la salud humana.
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