Encuentran agua en forma de hielo, en los polos de la Luna

El 5 de marzo de 1998, la NASA dio a conocer uno de los descubrimientos más emocionantes en la exploración de la Luna: la presencia de agua en forma de hielo, en los cráteres de los polos lunares. Este hallazgo marcó un hito significativo en la comprensión de la composición y la historia de nuestro satélite natural.

Hasta ese momento, se creía que la Luna era completamente árida y carente de cualquier forma de agua. La presencia de ésta en los polos lunares no sólo tiene implicaciones científicas, sino que, también, tiene el potencial de ser una fuente valiosa de recursos para futuras misiones espaciales.

Los científicos de la NASA utilizaron datos recopilados por la sonda Clementine, lanzada en 1994, para analizar la composición de la superficie lunar. Los resultados revelaron la existencia de depósitos de agua en forma de hielo en cráteres permanentemente en sombra en las áreas polares, donde las temperaturas extremadamente bajas permiten que el agua se conserve en estado sólido.

Desde ese anuncio, numerosas misiones espaciales han continuado estudiando y mapeando los depósitos de agua en la Luna, para comprender mejor su historia geológica y su formación.