En julio pasado, Helen Mirren llegó a los 75 años de edad en forma plena, con una extensa trayectoria en cine, teatro y televisión, y sobre todo con la actitud triunfadora de una mujer que ha desafiado estereotipos, prejuicios, estilos creativos y muchas otras vicisitudes de esta profesión, en la que no muchos tienen el privilegio de seguir vigentes como ha reconocido.
Además, en febrero, la estrella, fue galardonada en el Festival de Cine de Berlín con el Oso de Oro Honorario, por una carrera de más de 50 años que contempla poco más de 80 producciones, sobre lo cual, curiosamente, ha compartido: “Yo no tenía interés en el cine, quería ser actriz de teatro”. Dicha circunstancia quizá estuvo propiciada porque su familia no contaba con televisión y tampoco acudía al cine, pero, afortunadamente, la condujo a un camino en el que ha sabido brillar con luz propia.
Es así que, en esa ocasión, además de agradecer la distinción, Mirren aprovechó para mencionar que ante todo se reconoce como británica y europea con o sin brexit, en alusión a los álgidos momentos que se viven en la Unión Europea y, por supuesto, a su país de origen, un comentario que destacó, tratándose de ella, dueña de un firme y pertinaz carácter interpretativo, que le ha conferido papeles severos, de actitudes señoriales, diplomáticas y de poder, con gran peso dramático, incluso, más allá de la grácil feminidad de otras intérpretes. Por todo ello, y junto a las mejores historias que ha contado en pantalla, Mirren es una magnífica leyenda.
Por si fuera poco, no obstante, el aquietado panorama en la industria del cine, propiciado por la pandemia, la londinense sigue vigente, como muestra están el reciente estreno de El magnífico Iván, animación de Disney, en el cual presta voz a un can de nombre Snickers, y su participación, en 2019, en Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw, en la que da vida a Magdalene Shaw, una mujer guerrera y superviviente, madre de dos de los protagonistas. Y como hay Mirren para rato, seguramente ya está planeando su próximo trabajo.
Manufactura real, debut teatral
Su nacimiento ocurrió el 26 de julio de 1945 en Londres, Inglaterra, como hija de la inglesa Kathleen Alexandrina Eva Matilda Rogers y de Vasily Petrovich Mirónov de origen ruso, cuyo padre, fue el coronel Piotr Vasilievich Mirónov, perteneciente al ejército imperial ruso y partícipe en la guerra ruso-japonesa de 1904; un hombre que fungiría como diplomático y que, al detonar la Revolución Rusa, se afincaría en Inglaterra, donde para subsistir, junto con su familia, trabajó como conductor de un taxi.
Desde pequeña, Helen sintió inclinación por la actuación y participó en funciones teatrales escolares, así que después de concluir el instituto, ingresó al National Youth Theatre, donde debutó como Cleopatra, cuando tenía 19 años de edad. Posteriormente, estudió en la Royal Shakespeare Company, donde encontraría las tablas para su consecutivo trabajo en el celuloide; así, Sueño de una noche de verano (1968), sería su primera incursión.
Sus biógrafos señalan que no tuvo mayor despunte hasta después de los 30 años de edad y enfatizan en que, Calígula (1979), Excálibur (1981) y 2010: el año en que hicimos contacto (1984), fueron las producciones que la encumbraron, pero también la llevaron a ser considerada un mito erótico, pues no tuvo reparo en desnudarse en algunas escenas; no obstante, con el tiempo y su trabajo, supo echar por tierra ese concepto.
Su vida personal se resume al sólido matrimonio de 23 años que ha formado con el director de cine estadounidense Taylor Hackford, con el cual no tiene hijos propios.
Sin embargo, pese a contar con una extensa filmografía y algunas distinciones por Cal (1984) en el Festival de Cannes, su notoriedad en Hollywood se dio hasta que interpretó a la teniente Jane Tennison en la serie de culto Prime Suspect o Sospechoso principal (1991), y cuando más tarde retomó el teatro con la obra A Month in the Country (1995). Por este tiempo, ya había conseguido diversas nominaciones y reconocimientos, como dos Palmas de Oro y una candidatura al Óscar como mejor actriz de reparto, por su trabajo como Carlota en La locura del Rey Jorge (1994).
Hacia 2001, alcanzó la nominación al premio Laurence Olivier, el más célebre del teatro británico, y, dos años más tarde, una a los Globos de Oro por su actuación en Las chicas del calendario (2003). Así, por la progresión de su talento interpretativo y por su servicio a las artes de su país, dos años después, fue nombrada Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico.
Las reinas de la suerte
Con el porte aristocrático que la distingue, Helen Mirren interpretó a Isabel I de Inglaterra, en la serie Elizabeth I (2006), por lo que obtuvo el reconocimiento de la crítica televisiva con un Emmy, sin embargo, éste sólo sería el precedente de su consagración, para encarnar a Isabel II en The Queen (2006), que la catapultó completamente a la fama a los 61 años de edad. La expresión seria e inconmovible de la soberana, sus firmes diálogos y su indescifrable meditar, en las manos de Mirren, resultaron un verdadero espejo.
Este protagónico la llevó, entre otras cosas, a considerar el comportamiento de Isabel II como ser humano, muy al margen del peso de la institución en la que nació; un compromiso para el que señaló en una entrevista: “No hay elección y está más allá del ego y la vanidad”. Dicho desempeño le valió la Copa Volpi del Festival de Venecia, un Óscar (2007), el Globo de Oro, un premio BAFTA y el Premio del Sindicato de Actores, todos en la misma categoría, como la mejor actriz del 2006.
Pero, además, en 2018, Mirren se convirtió en la emperatriz rusa Catalina la Grande, para la serie homónima que distribuyó Sky Atlantic y HBO en octubre de 2019, un acertado estelar que se suma a su destacada carrera.
Más allá, de esta consagración, la experiencia y trayectoria de la actriz son ejemplo de la filosofía que tiene de la vida, pues ha dicho que “la belleza se descubre con la edad” y que “los mayores estamos de moda”, pues su seguridad es a toda prueba.
Consciente de su madurez y del amor por la actuación, que se traduce en vitalidad, en 2019, preguntó a los productores de Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw si podía incursionar en ésta, y lo consiguió, demostrando que siempre habrá un papel para ella; porque lo que hace, lo hace muy bien.
Algunas de sus mejores películas
· El largo viernes santo (1980), donde interpreta a la novia de un gángster envuelto en el intenso bombardeo de ciertas mafias.
· Excálibur (1981), en la cual participa como la poderosa hechicera Morgana, hermana del rey Arturo y aprendiz de Merlín.
· El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (1989), en el papel de una mujer maltratada por su marido, un gángster.
· La locura del Rey Jorge (1994), como Carlota, reina de Inglaterra, quien lidia, entre el drama y la comedia, con la situación mental de su esposo.
· Gosford Park o Muerte a la media noche (2001), en el papel de la señora Wilson, el ama de llaves.
· La reina (2006), como la reina Isabel II de Inglaterra, en un momento posterior a la muerte de la princesa Diana.
· La última estación (2009), donde interpreta a Sofia Tolstaia, la esposa de León Tolstói.
· Hitchcock (2012), en el papel de la mujer del cineasta, Alma Hitchcock, quien era una fuerza creativa para el director.
· Espías desde el cielo (2015), en la cual es una coronel de inteligencia militar británica, quien lidera una operación para atrapar a un grupo de terroristas.
· Trumbo (2015), donde interpreta a Hedda Hopper, una célebre columnista de cotilleos
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