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El 7 de mayo de 1915, el mundo fue testigo de esta tragedia, que dejó una marca indeleble en la historia marítima. Este lujoso transatlántico, que, una vez, fue la joya de la corona de la industria naviera británica, se convirtió en el escenario de uno de los eventos más controvertidos de la Primera Guerra Mundial.
Construido por la famosa compañía naviera Cunard Line y puesto en servicio en 1907, el Lusitania fue aclamado como uno de los barcos más grandes y rápidos de su época. Con una capacidad para más de 2 mil pasajeros, ofrecía un lujo incomparable y un medio de transporte eficiente entre Europa y América.
En medio de la furia del conflicto bélico, el RMS Lusitania se convirtió en un objetivo potencial para los submarinos alemanes que operaban en aguas del Atlántico Norte. A pesar de las advertencias de que cualquier barco británico en esas aguas estaba sujeto a ser hundido, el Lusitania partió de Nueva York, el 1 de mayo de 1915, con destino a Liverpool, llevando a bordo a más de mil 900 pasajeros y tripulantes.
Mientras navegaba frente a la costa de Irlanda, fue alcanzado por un proyectil lanzado por el submarino alemán U-20. El impacto fue devastador, causando una explosión que destrozó el casco del barco, lo hundió en las frías aguas y se llevó consigo la vida de más de mil personas.