El 9 de agosto de 1483 se realizó la apertura de la Capilla Sixtina, en Roma, Italia, en el aniversario de la elección del Papa Sixto IV, de quien recibe su nombre, y seis días después, se llevó a cabo la primera ceremonia religiosa durante la fiesta de la Asunción de María, personaje bíblico a quien fue dedicada esta construcción, la cual es obra del arquitecto Baccio Pontelli para el Papa antes mencionado. Fue construida entre 1473 y 1481, bajo la supervisión del arquitecto Giovanni Dolci. Se trata de uno de los lugares más atractivos de Roma y uno de los más visitados en todo el mundo no sólo por su simbolismo, sino por su valor artístico.
En primera instancia, los frescos originales que decoran la Capilla Sixtina pertenecen a artistas clásicos del Renacimiento Italiano, tales como Sandro Botticelli, Luca Signorelli, Cosimo Rosselli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Piero di Cosimo y Bartolomeo della Gatta; sin embargo, las obras más conocidas, las de la bóveda, fueron elaboradas por el renacentista Miguel Ángel, quien plasmó una serie de nueve escenas del Génesis, de 1508 a 1512, incluyendo La creación de Adán, La caída del hombre y El diluvio universal, además del fresco del Juicio final, que pintó hasta 1535.
Sobre su diseño, se sabe que la Capilla Sixtina está construida con ladrillo y mortero, de igual forma que los antiguos monumentos romanos, de hecho, sus medidas interiores, 40.9 metros de largo por 13.4 metros de ancho, corresponden a las del Templo de Salomón, que aparece en el Nuevo Testamento. Además, para que se cubriera la parte inferior de las paredes, que están pintadas como cortinas falsas, a lo largo de los 460 metros cuadrados, aproximadamente, que pintó Miguel Ángel por encargo del Papa Julio II, entre 1515 y 1516, Rafael fabricó diez tapices sobre la vida de San Pedro y San Pablo, los cuales encomendó el Papa León X y fueron entregados al Vaticano entre 1519 y 1521, ya que las escenas hechas por Rafael se enviaron al taller de Pieter van Aelst, en Bruselas, donde se terminaron de confeccionar con hilos dorados de seda.
No obstante, Rafael sólo conoció los primeros siete tapices que se expusieron en 1519, debido a que falleció a inicios del siguiente año; y salvo grandes ocasiones, los diez tapices no son exhibidos como parte de la ornamentación habitual de la Capilla Sixtina, pese a que los Papas del Renacimiento los concibieron como un todo: las representaciones de los cuatrocentistas, junto a las de Miguel Ángel, más las de Rafael, creando un recinto único para la historia del arte.
A saber, desde el año 2018, la administración de los Museos Vaticanos implementó las visitas al interior de la Capilla Sixtina en horarios nocturnos, de manera que los visitantes pueden deleitarse por la iluminación que adorna este templo, equipado con 7 mil lámparas LED, que permiten una mejor apreciación de los detalles y pigmentos de las pinturas, y un consumo de energía inferior al 60 por ciento respecto a un sistema de luminarias tradicional.
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