Para reducir los efectos de la pandemia, ocasionada por el síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2), cada país efectuó distintas estrategias de acuerdo a varios modelos desarrollados por los epidemiólogos de su región o de todo el mundo, quienes examinan muchas variables: la posición geográfica, con respecto al epicentro del brote inicial (ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en China); la extensión del territorio; las características demográficas; los recursos del sistema de salud; la situación política y económica, entre otras.
Estrategias implementadas en Asia
Conforme a la rapidez con la que surgían nuevos casos, las autoridades de China actuaron con la misma velocidad y mediante medidas drásticas; de tal forma que primero se ejecutó una cuarentena total en Wuhan y después en el resto de su territorio, con aproximadamente mil 400 millones de habitantes. Junto a ello, hubo controles de tráfico, cancelaciones de eventos, detección de la enfermedad, desinfección de dinero e instalación de equipo epidemiológico.
Luego de tres meses, de diciembre a marzo, los casos diarios fueron disminuyendo, por lo cual, la OMS recomendó que los países afectados instauraran procedimientos similares; sin embargo, las operaciones en China se aplicaron mediante un sistema de vigilancia ciudadana, que contó con el apoyo militar y con cámaras térmicas de reconocimiento facial que vigilaban la temperatura corporal. Así, una aplicación móvil indicaba la situación de salud de cada usuario y, además, marcaba qué lugares eran seguros para transitar y cuáles no; su funcionamiento fue a modo de semáforo: verde, para aquéllos sin sospecha de contagio, amarillo y siete días de cuarentena, para los que residían o habían pasado por una zona con peligro de infección, y rojo con 14 días de cuarentena, para aquéllos que estuvieron o permanecían en contacto con áreas de alto riesgo.
Por su parte, las autoridades de Corea del Sur frenaron en dos semanas la pandemia, realizando más de 10 mil pruebas diarias, junto a una estrategia de prevención y aislamiento total, que implicó cerrar todas las escuelas y ejecutar el teletrabajo hasta el mes de abril.
Asimismo, su modelo fue más productivo, ya que se pidió a los ciudadanos que habitaban en las ciudades afectadas, que usaran cubrebocas aún estando en casa, a donde iban directamente a realizar las pruebas, tuvieran o no síntomas, y más aún, si habían estado en contacto con algún infectado. Esto se acompañó de dispensadores de desinfectante en los lugares de tránsito, controles de temperatura en el transporte público y un análisis de los resultados de la población por parte de las empresas farmacéuticas y los laboratorios, para liberar la carga de los hospitales. Dicho estudio contó con una app sobre las incidencias de casos por zonas y otra especial para los extranjeros; éstas monitoreaban el estado de salud y controlaban los movimientos de las personas durante la cuarentena, mientras que evaluaban la situación de todo el país e implementaban métodos de respuesta más efectivos.
Por consiguiente, gracias a la tecnología de último nivel de Corea del Sur, el índice de mortalidad se mantuvo en 0.8 %, siendo éste el más bajo a nivel mundial, aunque al inicio haya sido el país asiático más afectado después de China.
Ante esto, Japón decretó que todos los viajeros de China y Corea del Sur debían mantenerse en aislamiento durante dos semanas, mientras que, para salvaguardar a su población, se adelantaron las vacaciones de primavera en la mayoría de las prefecturas, con el fin de reducir la transmisión del virus a través de sus 12.8 millones de estudiantes de primaria y secundaria. De igual forma, los organizadores de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020, programados para el 24 de julio y para el 25 de agosto, respectivamente, aplazaron tales eventos durante un año, siendo la primera vez que se toma esta decisión debido a una pandemia.
Tipos de contención en Europa
Desde el 21 de febrero, se han registrado más de 500 casos al día en esta región del planeta, por lo cual, Reino Unido, Italia y Francia suspendieron los eventos de más de 5 mil personas. En cambio, Alemania canceló los que congregaran a más de mil, pero recomendó seguir asistiendo al trabajo y a la escuela de manera normal, sólo que caminando o transportándose en bicicleta o automóvil; también, estableció controles de temperatura y cerró puntos turísticos importantes. Mientras que, como primera medida preventiva, España anuló los congresos del sector médico, con el fin de cuidar a los profesionales de la salud y a los pacientes hospitalizados.
Además, en Francia y Alemania, se pidieron medidas de higiene extremas, las cuales recomendaban no estrechar la mano de otras personas hasta el fin de la pandemia; al respecto, Italia fue más restrictiva e impuso una distancia mínima de un metro entre cada persona. Posteriormente, de acuerdo al total de su población más vulnerable, todo el territorio italiano se convirtió en zona de riesgo, por lo cual sólo estaban permitidos los traslados por motivos de trabajo o por alguna emergencia familiar o sanitaria, siempre y cuando éstos fueran comprobados a través de una web del ministerio, que brindaba un autocertificado para poder salir. Por eso mismo, en las principales regiones afectadas, como Lombardía y Véneto, exclusivamente las tiendas comestibles y las farmacias mantuvieron sus actividades.
Al aumentar los casos y por ende la transmisión comunitaria, algunos países como Inglaterra y España optaron por cambiar el esquema de mitigación (sólo para atenuar los efectos) a uno de contención (para impedir el desarrollo del proceso natural de la pandemia), con el cual se reforzaron las medidas de distanciamiento social y adoptaron una forma de cuarentena más estricta. Sobre esto, la OMS reconoció que la epidemia del COVID-19 es desigual a nivel mundial, pero la estrategia para combatirla debe combinar las medidas que contienen y las que mitigan, ya que el objetivo es controlar la enfermedad y reducir la propagación del virus, pero mediante una respuesta personalizada, es decir, de acuerdo a las circunstancias de cada país.
Fue así como la estrategia que implementó Suecia, única en Europa y casi en todo el mundo, pasó a ser un caso especial, debido a que en este territorio no se impuso el confinamiento estricto de la ciudadanía, sino que se aplicó el distanciamiento social, mientras se informaba a la población. No obstante, el 16 de abril, el Parlamento asignó al gobierno el poder para decretar medidas más estrictas, ya que por lo regular, ante una situación de emergencia, las agencias especializadas son las que deciden, como la Agencia de Salud Pública, que optó por contener el virus y permitir la llamada inmunidad de rebaño (cuando la mayoría de las personas adquiere los anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad).
Un mes después, como una consecuencia de sus actuales políticas de acogida, dicha agencia anunció que el 40 por ciento de las muertes en Estocolmo, epicentro de la epidemia en el país, sucedieron en instituciones para adultos mayores de 65 años, los cuales representan al 20 por ciento de la población en Suecia (10 millones 171 mil 524 habitantes en total).
A saber, esta nación considera a la salud mental como un elemento muy importante, por lo que su cultura refleja un sentido del bienestar más amplio, que implica tener un sistema de atención médica de alto nivel; por consiguiente y pese a los casos reportados, en ningún momento se ha saturado su sistema de salud.
Modelos personalizados de América
Después de disminuir la fuerte curva de contagios en Asia y Europa, los casos de coronavirus fueron en escalada en el continente americano, en donde países como Estados Unidos, Canadá y Brasil han sido los más afectados. Al 11 de mayo, el primero de éstos registró más de 80 mil fallecimientos por COVID-19, convirtiéndose en el país con más muertes en el mundo, superando a Reino Unido e Italia. Este resultado se relaciona con las altas tasas de diabetes e hipertensión que mantienen los estadounidenses, y con la lenta estrategia de contención que se fue adoptando, aunque desde el 22 de enero haya sido uno de los primeros países en confirmar casos.
Hasta mediados de marzo, se anunciaron las medidas de distanciamiento y el cierre de algunos locales, lo cual resultó en una primera ola de infecciones en California y Washington D. C., para que después la ciudad de Nueva York, con 8.5 millones de habitantes, se convirtiera en el epicentro de la pandemia en este territorio.
Ya implementado el estado de emergencia, en una semana Estados Unidos fabricó y distribuyó una prueba de detección local, implementó controles de temperatura, detuvo la entrada de extranjeros de Asia y Europa, recomendó a sus ciudadanos no salir del país, cerró sus fronteras y aplicó cerca de 147 mil tests al día. Sin embargo, la estrategia estuvo descoordinada en sus 50 estados, los cuales experimentaron una situación diferente que, probablemente, favoreció a la escalada de contagios.
En cuanto al resto de América Latina, la OMS exhortó a que los países se concentraran en una contención severa de los primeros casos, con el fin de prepararse para el desarrollo de la pandemia; al 3 de marzo, Ecuador contaba con siete casos, México con cinco, Brasil con dos y Argentina, Chile y República Dominicana con uno.
Por eso mismo, estos países establecieron algunas medidas tempranas, como Ecuador que fortaleció la vigilancia en aeropuertos, fronteras y puertos, en donde interceptó a cada uno de los pasajeros que provenían de países con más casos y los mantuvo en un aislamiento domiciliario que era monitoreado. En cambio, República Dominicana estableció controles de salud en los puntos de entrada, mientras que Argentina estudió los contactos posibles que tuvo el primer caso del país, al cual conservó en estado clínico y aislamiento.
Por su parte, desde el 27 de febrero, las autoridades del sector salud en México optaron por el modelo de mitigación ante la llegada del COVID-19, el cual, trajo consigo una campaña de prevención que recomendaba evitar los saludos de contacto entre las personas y suspender los eventos masivos, puesto que el objetivo de este plan consiste en reducir la velocidad de transmisión, proteger a la población más vulnerable y garantizar la atención rápida de los casos.
Según el grado de transmisión del virus, entre las medidas que implementó la Secretaría de Salud, se encuentran la Jornada Nacional de Sana Distancia, la extensión del período vacacional, la suspensión de las actividades académicas, al igual que las actividades económicas no esenciales, y el resguardo domiciliario de la población en general.
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