El 15 de septiembre de 1890, en el pueblo de Torquay, al sur de Reino Unido, y en una familia de clase media alta, nacía Agatha Mary Clarissa Miller, una de las escritoras más leídas del mundo, en el siglo XX, quien ganó reconocimiento como autora del género policíaco.
Agatha creció rodeada de mujeres independientes; una de ellas fue su madre, quien la instruyó en casa, en las asignaturas de escritura, lectura, matemáticas básicas y música. Tenía once años de edad cuando falleció su padre, un hecho que la marcó rotundamente, volviéndola aún más retraída, por lo que, lejos de jugar con muñecas, se creó amigos imaginarios, y ocupaba la mayor parte de su tiempo en leer y en divertirse con sus mascotas.
Debido a lo anterior, la joven inició su prolífica carrera como escritora, aunque dudaba tener vocación para ello. Su imaginación se vio favorecida por los conocimientos que había adquirido en algunos viajes.
A los 24 años de edad, contrajo nupcias con Archibald Christie, oficial del ejército, asignado al Royal Flying Corps., de quien adoptó su apellido. Dos años después, mientras se desempeñaba como enfermera en el Destacamento de Ayuda Voluntaria, escribiría su primera novela, El misterioso caso de Styles, que fue publicada en 1920, y en la que revelaría a los personajes más representativos de todas sus obras: Hércules Poirot, al inspector jefe Japp y al capitán Hastings.
Después de la infidelidad de Archibald, que le afectó demasiado, y que, incluso, le llevó hasta a tomar tratamiento psiquiátrico, la autora conoció al antropólogo Max Mallowan, con quien se casaría y viviría experiencias que se verían reflejadas en varios de sus libros.
A lo largo de su vida, la autora publicó 67 novelas de suspenso y misterio, siendo la última Un crimen dormido (1976); además de otras seis, bajo el seudónimo de Mary Westmacott. También, escribió cientos de cuentos que fueron incluidos en 15 ejemplares, que contenían relatos cortos y obras de teatro, que sirvieron como inspiración a guionistas teatrales y radiofónicos, entre otros legados.
Christie falleció de causas naturales, el 12 de enero de 1976, a los 85 años de edad.
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