Un dispositivo que permitirá identificar influenza, COVID-19, VPH y VIH
Cuando hablamos de avances científicos y tecnológicos, a menudo, pensamos en países desarrollados en Europa, Asia o Norteamérica. Sin embargo, México ha demostrado, una y otra vez, que cuenta con talento humano altamente capacitado y creativo que puede desarrollar soluciones innovadoras que respondan a los desafíos más apremiantes de nuestra sociedad.
Un ejemplo destacado es NanoLuci, un innovador minilaboratorio portátil, creado por el científico mexicano Octavio García, que no sólo resalta la capacidad de innovación en nuestro país, también, destaca por su potencial de transformar la atención médica a nivel mundial.
Un sistema automatizado de diagnóstico in situ
NanoLuci fue desarrollado por un equipo de investigadores liderado por el doctor Octavio García, científico mexicano, actual presidente y fundador del Instituto Traslacional de Singularidad Genómica (Itrasig). Se trata de la evolución de Luci, un dispositivo que surgió hace ocho años, con el objetivo de democratizar el acceso a pruebas de diagnóstico molecular y que ya se comercializa en México, China y Vietnam.
Esta nueva versión, que fue presentada en marzo pasado, es más pequeña, más rápida y más versátil, lo que representa un salto cuántico en la tecnología médica y de diagnóstico. Pero ¿en qué consiste?
NanoLuci es un minilaboratorio que pesa 3.5 kilos, del tamaño de una cafetera, que puede realizar hasta 200 análisis genéticos en tan sólo 10 minutos. Utiliza la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), una técnica de biología molecular que permite amplificar fragmentos específicos de ADN, para detectar la presencia de virus, bacterias y otras enfermedades.
El equipo, que puede ser operado por cualquier persona sin conocimiento científico, requiere que la saliva del paciente se inserte en un cartucho, que, posteriormente, se introduce en el aparato. Luego, éste comunica los resultados, incluso, puede enviarlos a un correo electrónico, con toda la información detallada.
Actualmente, el modelo y los cartuchos de prueba se desarrollan en China, mediante un convenio de colaboración entre el Itrasig y Coyote Bioscience, una empresa asiática de diagnósticos moleculares.
¿Cómo podría beneficiar a la atención médica?
Este minilaboratorio tiene múltiples aplicaciones en el campo médico. Su principal uso es en el diagnóstico rápido y preciso de diferentes enfermedades, como la tuberculosis, el VIH, el VPH o COVID-19, lo que puede ser crucial para el tratamiento oportuno y eficaz de diversas condiciones de salud. Esta capacidad de realizar análisis en tiempo real, también, puede ser de gran ayuda en la investigación clínica y en la evaluación de nuevos tratamientos.
Para los médicos, representa una herramienta valiosa que mejora la precisión en el diagnóstico y permite un seguimiento más cercano de sus pacientes. Su portabilidad y facilidad de uso facilitan la integración en entornos clínicos diversos, desde hospitales hasta consultas en áreas rurales.
Los pacientes, por su parte, tendrán la oportunidad de acceder a un diagnóstico más rápido y menos invasivo. La posibilidad de obtener resultados en minutos y la reducción en la necesidad de procedimientos complicados o costosos pueden significar una mejor calidad de vida y un acceso más equitativo a servicios médicos de alta calidad. García tiene la visión de que esta tecnología pueda ser una herramienta accesible que impulse tanto la prevención como el tratamiento de enfermedades en comunidades con infraestructura sanitaria limitada.
Además, NanoLuci está diseñado para abordar desafíos en diversos campos, como la agricultura, donde podrá ser utilizado para detectar plagas y enfermedades en los cultivos; mientras que, en las granjas, servirá para el cuidado de los animales y el control sanitario.
"Con el lanzamiento de NanoLuci, reforzamos nuestro compromiso de proporcionar soluciones innovadoras para mejorar la salud pública en México. Estos avances tecnológicos contribuirán significativamente a los esfuerzos de vigilancia y diagnóstico en el país", señaló García, en la presentación de su dispositivo.
Una app basada en inteligencia artificial para la vigilancia epidemiológica
El doctor Octavio García, también, es el creador de Pablo AI, un programa especializado en vigilancia epidemiológica, diseñado para colaborar en la creación de sistemas de diagnóstico molecular avanzados, cuyas capacidades incluyen la generación de reportes detallados y el diseño de oligonucleótidos y sondas para la detección precisa de patógenos.
Pablo AI funciona mediante algoritmos de inteligencia artificial (IA) y utiliza datos epidemiológicos e información disponible en la red, para ofrecer diagnósticos en cuestión de segundos. Para ello, se conecta a bases de datos disponibles para el público en general, como la del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Según el doctor García, el objetivo de la aplicación es identificar el panorama epidemiológico de una enfermedad y detectar posibles mutaciones de un virus. Así, contribuiría a utilizar, de manera más eficiente, los recursos, ya que, durante un brote epidemiológico en una región específica, puede calcular la cantidad de pruebas necesarias para el monitoreo.
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