El 30 de mayo pasado, cientos de apasionados del espacio exterior mantuvieron sus miradas en el televisor, cuando la cápsula Dragon de SpaceX se elevó en el aire sobre Cabo Cañaveral, Florida, a bordo del cohete Falcon 9.
Al día siguiente, cuando la cápsula arribó a la Estación Espacial Internacional (ISS), a unos 422 kilómetros sobre la frontera de China con Mongolia, los astronautas de la NASA, Robert Behnken y Douglas Hurley, hicieron historia como los primeros astronautas en tripular una nave comercial en órbita.
Es la primera vez, después de diez años, que una nave estadunidense logra enviar a dos astronautas, una misión que ha sido posible gracias a SpaceX, una reconocida firma privada. Con estos "taxis" espaciales nace una nueva era, tanto por la hazaña técnica como por el hecho de que la NASA se apoye en el sector privado para llevar a cabo los viajes espaciales tripulados.
NASA abre sus puertas a las empresas privadas
Sin duda, un hecho importante e histórico en la carrera espacial, ha sido la colaboración público-privada. El vuelo del Crew Dragon fue posible, gracias a una colaboración entre la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (más conocida como NASA), y SpaceX, una compañía privada de transporte aeroespacial, propiedad del empresario Elon Musk. No podían existir dos organizaciones más diferentes entre sí, pero que al trabajar juntas lograron lo impensable.
Así, uno de los ejes de la exploración espacial del futuro será la mayor implicación de empresas privadas, de las que se espera desarrollen y operen cohetes y naves propias que permitan abaratar los costos de las expediciones, y que más personas e instituciones puedan viajar al espacio. Tanto la Crew Dragon de SpaceX como la nave Starliner que está desarrollando Boeing -y que también trasladará a la ISS a astronautas de la NASA-, están siendo supervisadas de cerca por los ingenieros de la NASA.
En 2010, la NASA inició el Programa de Tripulación Comercial para reorganizar sus capacidades de lanzamiento y allanar el camino para una próxima generación de vuelos espaciales. La NASA seleccionó a SpaceX y Boeing como socios para desarrollar naves espaciales privadas para transportar astronautas estadunidenses al espacio, y este lanzamiento de SpaceX Commercial Crew Demo-2 representa el primer viaje tripulado en el programa.
El tráfico hacia y desde la órbita aumentará
Con el éxito del lanzamiento del Crew Dragon de SpaceX, la NASA ahora tiene la capacidad de lanzar sus propios astronautas desde los Estados Unidos. Esto significa que hay cambios para el futuro de la Estación Espacial Internacional. Más pronto de lo que se piensa, un nuevo conjunto de vehículos podría llevar a más personas a la ISS desde la costa de Florida.
Esta será una nueva era de vuelos espaciales con humanos donde los vehículos privados y los vehículos operados por el Estado vuelan uno al lado del otro, llevando a humanos al espacio y a la ISS. Así es como evolucionará el tráfico a la Estación Espacial a medida que SpaceX y el otro socio comercial de la NASA, Boeing, comiencen a transportar personas de manera regular.
Aunque el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, ha dejado muy claro el objetivo principal del Programa de Tripulación Comercial -regresar los vuelos espaciales humanos al suelo estadunidense-; un segundo objetivo del programa es abrir el acceso al espacio, permitiendo que tanto SpaceX como Boeing vendan asientos en sus vehículos a clientes privados. La NASA también está haciendo que la estación espacial esté disponible para oportunidades comerciales, algo a lo que la agencia se ha opuesto estrictamente en el pasado.
Turismo espacial: el futuro de los viajes espaciales
SpaceX ya ha anunciado planes para enviar turistas al espacio a bordo del Crew Dragon, y esto podría ser el próximo año. Esta cápsula tiene siete asientos de pasajeros con cuatro asientos reservados para misiones de entrega de la tripulación de la NASA. Se especula que el vuelo espacial de pasajeros costará alrededor de 35 millones por asiento.
También existe una gran posibilidad de que el actor Tom Cruise vuele en la Crew Dragon para filmar algún tipo de película en la ISS.
Luego de probar con éxito el vuelo espacial Demo-2 de Crew Dragon, la compañía SpaceX asegura que esta misión está en camino. Y sin duda, esto representará un cambio de paradigma en el futuro de los viajes espaciales.
Las naves espaciales de propiedad privada se convertirán en embarcaciones confiables para las misiones y el turismo espacial será posible para quienes puedan pagar un asiento.
Con SpaceX estableciendo un ejemplo de cómo llevar a cabo vuelos espaciales tripulados, y la NASA volviéndose más flexible hacia la idea del turismo espacial, el futuro de los vuelos comerciales ya se ve en el horizonte.
Además, con cada vez más compañías privadas apostando por este nicho de negocio, el turismo espacial será, en los próximos años, más asequible para las personas que desean explorar los límites exteriores del planeta Tierra.
Fuente: slashgear.com, cnbc.com
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