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Foto del escritorRedacción Relax

Paco Rabanne: el hombre que revolucionó el arte de la moda



Su trabajo fusionó elementos tradicionales y modernos en un estilo único y atrevido



Conocido por su estética vanguardista y por trabajar con materiales inusuales para crear vestidos y bolsos, Paco Rabanne llegó a ser uno de los diseñadores más famosos en todo el mundo. Su nombre resuena como sinónimo de moda futurista y legendarios perfumes; incluso, aquellos con el más mínimo interés en la moda han escuchado alguna vez esta legendaria marca de lujo.


Este hombre, pionero del sector de la moda, murió el pasado 3 de febrero, a los 88 años de edad. Con su partida, se cerró una etapa en la historia de esta industria y se comenzó a escribir el relato de una leyenda. Y es que su legado e influencia perdurarán en el mundo de la moda y el estilo.


La historia de Paco Rabanne

Francisco Rabaneda Cuervo, su nombre de pila, nació en la comunidad autónoma del País Vasco, el 18 de febrero de 1934. Su padre fue el coronel republicano Francisco Rabaneda Postigo, quien murió fusilado por la dictadura franquista durante la Guerra Civil española. Su madre, que era jefa de costura del diseñador Balenciaga, se vio en la necesidad de huir debido a este conflicto bélico; así, ella y su hijo llegaron a Francia, en 1939.


Rabanne estudió arquitectura en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, una institución universitaria con prestigio internacional, donde conoció a muchos intelectuales y artistas. Para financiar sus estudios, Paco se dedicó a fabricar complementos para los modistos de la época.


Enfant terrible de la moda francesa



Influenciado por el arte, Rabanne tomó ideas y comenzó a diseñar bisutería para casas de moda reconocidas, como Balenciaga, Dior, Nina Ricci, Maggy Rouff, Philippe Venet, Pierre Cardin, Courrèges y Givenchy.


Durante los años 60, sus pendientes de gran tamaño, las gafas de sol y otros de sus accesorios se convirtieron en un gran éxito mediático y comercial. Su material de elección, el rodoide, le permitió crear infinitas combinaciones de colores y formas que reflejaban los efectos producidos por el op-art (arte óptico).

En 1963, expuso sus primeros vestidos, hechos de plástico y plumas, en la Bienal de París, un evento que tiene como objetivo identificar y activar prácticas artísticas que desafíen los valores establecidos del arte.


Tres años después, lanzó su primera colección, titulada 12 vestidos que no se pueden usar, diseñados en materiales contemporáneos, donde destacaban materiales como rodoides, lentejuelas y placas metálicas. Esta colección marcó el comienzo de su visión del diseño, enfocada en la experimentación con materias inusuales. Su gran éxito hizo que fuera conocido como el enfant terrible del mundo de la moda francesa, en la década de 1960.



Enfant terrible
Es una expresión de origen francés que, en sentido figurado, se refiere a una persona precoz, brillante, rebelde y transgresora, ​cuyas opiniones y creaciones se apartan de la ortodoxia, son innovadoras o de vanguardia en el arte.


Rabanne en el Museo Metropolitano de Arte

Uno de los vestidos de la colección 12 vestidos que no se pueden usar, diseñados en materiales contemporáneos, elaborado a partir de placas de aluminio con uniones de metal, forma parte de la colección permanente de ese museo de Nueva York y tiene un claro parecido con los diseños que definieron las siguientes colecciones de Paco Rabanne.



Un maestro de la era espacial


Sin duda, el célebre diseñador será recordado por sus contribuciones al movimiento de la era espacial gracias a su afinidad por los materiales no convencionales. De hecho, está considerado como uno de los fundadores de este movimiento en la moda, junto con André Courrèges y Pierre Cardin.

Y es que Rabanne ganó fama mundial en la década de los 60 gracias a sus estilismos metálicos o de plástico, que se insertaban en una concepción totalmente vanguardista de la moda, que se sumaba a los avances de la tecnología espacial y al boom generado por la llegada del hombre a la Luna.


De esa época, destaca el vestido de placas de metal que la cantante francesa Françoise Hardy hizo famoso en 1968, considerado uno de los más emblemáticos de la industria de la moda en los años 60. También, los exuberantes trajes que la actriz Jane Fonda lució en la película de ciencia ficción Barbarella (1967), diseños metálicos futuristas que encajaban a la perfección con la temática del filme.


Una marca de fragancias con un éxito descomunal


Otra de las creaciones que volvió célebre a Rabanne fue su marca homónima de fragancias, cuya historia inició en 1968, cuando el grupo español de moda Puig adquirió la licencia de perfumes y comenzó a lanzar fragancias memorables, comenzando con Calandre, una fragancia floral atrevida e intensa que desafiaba directamente a la perfumería tradicional y que fue recibida con gran éxito.


Desde entonces, la producción nunca se ha detenido y, año tras año, se lanzan nuevos productos. Hasta hoy, se cree que la marca ha vendido más de 23 millones de botellas desde su creación, incluida su fragancia 1 Million, que ha pasado a la historia como la fragancia masculina más famosa y vendida del mundo.


Si bien, la marca ha dejado atrás el uso de telas y diseños poco ortodoxos por los que era famosa en los años 60, continúa superando los límites al fusionar lo extravagante con lo opulento, lo que la ha posicionado como una de las mayores firmas de culto en la industria de la moda.


Tras su partida, el legado de Paco Rabanne como innovador de la moda y pionero en la industria perdurará, al igual que su influencia en el mundo de la moda y el estilo.


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