El 17 de marzo de 1950 se anunció el descubrimiento del californio, elemento número 98 de la tabla periódica de los elementos, cuyo símbolo es Cf y masa atómica, 249. Fueron los científicos Stanley G. Thompson, Kenneth Street, Jr., Albert Ghiorso y Glenn T. Seaborg, quienes llevaron a cabo por primera vez la síntesis de este elemento, en la Universidad de California, por lo cual recibió este nombre.
Para hacer la obtención, el equipo bombardeó con partículas alfa de 35 millones de electronvoltios, 35 MeV, una muestra de curio-242 del orden de los microgramos, en un ciclotrón de 1500 mm de diámetro, con lo cual generaron el californio-245 y un neutrón libre (n).
Esta prueba llevó a conseguir 5 mil átomos del elemento, que tuvieron un promedio de vida de 44 minutos. Posteriormente, fueron producidas mayores cantidades de éste.
Los descubridores del californio rompieron el convenio que se manejaba para nombrar a los elementos del 95 al 97, el cual establecía que estos deberían designarse en base a los situados sobre ellos en la tabla, y es que, en este caso, sobre el californio, está el disprosio, cuyo significado es “difícil de conseguir”.
El californio es uno de los elementos transuránicos con aplicación práctica. Por ejemplo, es usado para encender reactores nucleares y como fuente de neutrones en el estudio de materiales, mediante la difracción de neutrones y espectroscopía de neutrones, sin embargo, tiene ciertas consideraciones radiológicas y su capacidad para interrumpir la producción de glóbulos rojos por bioacumulación en el tejido óseo.