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El 1 de mayo de 1931, Nueva York despertó con esta nueva maravilla arquitectónica, que desafió las alturas y capturó la imaginación del mundo entero. En una ceremonia monumental, este icónico rascacielos fue inaugurado, marcando un hito en la historia de la ingeniería y la arquitectura.
Diseñado por William F. Lamb y construido por la empresa Starrett Brothers and Eken, este coloso de acero y hormigón estableció un nuevo estándar para los rascacielos del mundo. Con sus 102 pisos y una altura de 1,454 pies (443 metros), el Empire State Building se convirtió en el edificio más alto del planeta en su época, un título que mantendría durante casi cuatro décadas.
La inauguración fue un evento espectacular, que atrajo la atención de millones de personas alrededor del orbe, donde líderes políticos y empresariales elogiaron el ingenio y la visión que hicieron posible la construcción de esta maravilla moderna. Entre los oradores, se encontraban el entonces presidente de Estados Unidos, Herbert Hoover, y el alcalde de Nueva York, Jimmy Walker.
Hoy en día, el Empire State Building sigue siendo una atracción turística emblemática, recibiendo a millones de visitantes, cada año, que vienen a maravillarse con sus impresionantes vistas panorámicas y su arquitectura.
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